Instalaciones depuradora y cetárea Mariscos Currás, S. L.

Distribuidora Mariscos Currás e Hijos, S. L.

Instalaciones que albergan una depuradora y una cetárea de Mariscos Currás, S. L. Este tipo de centro de expedición comenzó a crearse y a ser regulado en los años 70 con la Ley 59/1969 de 30 de junio de Ordenación Marisquera sobre la concesión y la autorización.Seguir leyendo:

Desde hace décadas estos centros de expedición se consideran indispensables para presentar los productos aptos para nuestro consumo, libres de toxinas y bacterias. Nuestro marisco se envía al cliente listo para consumir: Limpio, depurado y libre de arenas.

Las instalaciones están divididas principalmente en dos zonas: la depuradora y la cetárea, formadas básicamente por piscinas. La depuradora, donde se mantienen vivos los moluscos y se someten a una estricta depuración, es de dimensiones más amplias. En cambio la cetárea presenta unas medidas más reducidas, donde también se conservan vivas las especies, en este caso los crustáceos, con agua del mar depurada.

Este caudal constante de agua salada que reciben las piscinas se realiza con ciclos continuos mediante conductos especiales. Tienen aproximadamente unos 50 metros de longitud y extraen agua del mar por la fuerza de motores de bombeo ubicados en una sala de máquinas.

El proceso depurativo

La depuración para eliminar bacterias, toxinas, sedimentos o arenas se lleva a cabo mediante el empleo de un aparato dosificador de cloro que consiste en un sistema suministrador en forma de goteo. Es un procedimiento depurativo eficaz y un medio desinfectante aprobado por las Autoridades Sanitarias.

Junto a este instrumento depurativo se une, además, el período de permanencia que tienen que pasar los mariscos en el agua depurada, entre 24 y 48 horas, establecido por las Autoridades Sanitarias.

El cloro en muy controladas dosis se mezcla en unas piscinas iniciales repletas de agua de mar, expresamente creadas para que tenga lugar la cloración. Esta agua esterilizada se conduce por un sistema de caída en cascada para su oxigenación, por lo que ya está preparada para ser dirigida a las piscinas de la depuradora donde se encuentran los moluscos seleccionados por especies en cajas, y los crustáceos permanecen sueltos, en general, dentro de las piscinas de la cetárea. Este tratamiento de desinfección y depuración es imprescindible para los moluscos bivalvos sobre todo. Nuestros crustáceos también reciben un proceso depurativo.

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